jueves, 13 de junio de 2019

Yo no vine tan lejos

En el año 2010 decidí marcharme a vivir a Buenos Aires. Fue una decisión meditada con tiempo que me generó una alegría inmensa, -había días que “flotaba”- y al mismo tiempo sentí un miedo tan grande que, a ratos, me invadía todo el cuerpo y me volví “puro nervio”: casi no comía, -me quedé “escuálida”-, soñaba mucho, dormía poco!! Pero a pesar de ese mejunje de sensaciones, la decisión me hacía sentir conectada con mi deseo y eso me daba una sensación de libertad que no había sentido nunca.
Los años 8 años en el hemisferio sur fueron emocionantes, inquietantes; también muy desgastantes y angustiantes. De emociones extremas. Me topé con situaciones difíciles que no había vivido nunca que hicieron, de a poco, desconectarme de mi esencia y me volví una mujer triste y sin luz… Un día descubrí que llevaba semanas sin mirarme al espejo…y me asusté: mi nivel de desconexión era muy fuerte!!; así que tomé la decisión de salvarme escribiendo mis propias canciones y así nacieron “Despierta al final”, “Todo se enciende” y “ Yo no vine tan lejos”! Este último tema, se ha vuelto “mi grito de guerra” en momentos de mucho dolor y desconcierto como han sido estos últimos meses de vuelta en Madrid. Así que, si me ven un día por la calle cantando como una loca: “ME ESCUCHO, ME VEO, ME HABLO Y ME SIENTO”, acérquense a abrazarme y a acariciarme porque significará que estoy en en un momento delicado pero de ¡¡puro renacimiento y fuego!!!
Les comparto “mi grito de guerra” del pasado 9 de junio en la Sala Clamores de Madrid por si quieren cantarlo conmigo!! Así nos actualizamos, como decía el gran humanista Antonio Blay, en el potencial de nuestro amor, inteligencia y energía!!!
Gracias de nuevo a los que vinieron y nos dieron su calor!