martes, 27 de julio de 2010

La Ventolera


Se lo dedico a mis padres, Luis y Maribel, por tener la valentía de construir La Ventolera hace ya 23 años en un "océano" de millones y millones de pinos... con la ilusión de regalarnos a mis dos hermanos y a mí, belleza, silencio, y risas, bajo un cielo limpio donde siempre se han visto las estrellas...


Un sonido tibio en el viento...,
cuadros de sonrisas sin espejos,
saboreando almas locas irrepetibles
que juegan a la espera...

Brisa de un mar lejano,
silencio que no se escapa,
y una luna que guiña y que va de frente
iluminando la tierra serena...

Estrellas que no dudan,
amaneceres bajo una manta,
donde la leña suena al compás
de nuestras guitarras...

Las flores de mi madre siempre vivas,
los libros de mi padre que no callan,
y los pasos de mis hermanos y míos
haciendo senderos con el río Cabriel en "llamas"...

Ventolera con corazón intacto...
pinos que dialogan sobre el amor,
tormentas de luz con caminos
y la música de un quinteto a cielo abierto...

Gabriela Giorgeta
Fotografía: Fotosonora

2 comentarios:

  1. Pasé junto al río Cabriel. Me acordé de vosotros.El poema me trae sensaciones no vividas pero seguras. ¿Cómo la vida de los amigos es conocida oscuramente por los amigos? Sin duda vemos con los ojos de los que queremos y nos asomamos por ellos a otros paisajes. ¿Te lo había dicho? Pues es así. La vida de los demás nos afecta mucho más de lo que creemos. ¿Será también el efecto mariposa?

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  2. "Nos asomamos por ellos a otros paisajes..." Qué bonito!! Sí, inevitablemente nos afecta la vida de la gente a la que queremos... Gracias por acordarte de nosotros. Te esperamos!! pd: dicen que el aleteo de las alas de las mariposas pueden cambiar el rumbo del mundo...

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