(Para que el amor de mis abuelos en el pasado siga siendo cálida corriente en el presente, inundando este Jardín Sonoro de esperanza, de jazmines, de días ligeros sin dolor, y de voces y palabras claras.)
Ese perfume de tu piel que inunda
los poros de la mía si te abrazo,
deja en mi sueño el venturoso trazo
del rosal que a mi mano se fecunda...
Que otra cosa no soy, sino profunda
semilla, polen sobre tu regazo,
estambre de clavel que aprieta el lazo
que te injerta a mi carne vagabunda.
Hueles, mujer, igual que los jardines
de mi levante moro de azahares...
Hueles, amor, al alga de mis mares
recostada en la arena entre jazmines...
¡Y a nardo, a murta, a estío en los pinares
y a la espuma que anuncia a los delfines!
Rafael Duyos
Donde el ritmo y la música encuentran palabras, y las palabras se convierten en jardín
martes, 30 de marzo de 2010
jueves, 25 de marzo de 2010
El árbol que te escucha
-A Ancris, mujer de colores y de corazón grande.
Su mural, borrado en una calle de Guatemala, es un árbol, que a pesar de todo, de no estar, te sigue escuchando...-
Es sueño, es distancia,
es el árbol que te escucha...
Te acaricia sin horarios,
y es loco, loco cuando ama...
Y cuando le abrazas,
entrelaza tu pasado,
lo hace suyo con respeto,
sin temores ni venganzas.
Y cuando le miras,
te hace reír a carcajadas,
te cuenta secretos inolvidables,
te siente y te canta.
Gabriela Giorgeta
miércoles, 24 de marzo de 2010
A mi madre -madre de la Plaza de Mayo-
-que acude todos los jueves
frente a la Casa Rosada de Buenos Aires
para exigir que me devuelvan con vida-
Hasta mi carne rota y lastimera
llega como un clamor, tu desconsuelo.
¡Qué alivio ver mi nombre en tu pañuelo
y sentirme paloma mensajera!
Me mataron y llevan la guerrera
manchada para siempre con tu duelo.
Eres tú, madre mía, su desvelo
y el triunfo de mi muerte prisionera.
Es la Plaza de Mayo tu secreto,
los jueves a las once con mi cita,
sin que tu corazón se descomponga...
Y aunque yo te haya escrito este soneto
con nostalgia y amor de vidalita,
¡que Argentina te cante una milonga...!
Luis Manuel Duyos,
Madrid-1990.
frente a la Casa Rosada de Buenos Aires
para exigir que me devuelvan con vida-
Hasta mi carne rota y lastimera
llega como un clamor, tu desconsuelo.
¡Qué alivio ver mi nombre en tu pañuelo
y sentirme paloma mensajera!
Me mataron y llevan la guerrera
manchada para siempre con tu duelo.
Eres tú, madre mía, su desvelo
y el triunfo de mi muerte prisionera.
Es la Plaza de Mayo tu secreto,
los jueves a las once con mi cita,
sin que tu corazón se descomponga...
Y aunque yo te haya escrito este soneto
con nostalgia y amor de vidalita,
¡que Argentina te cante una milonga...!
Luis Manuel Duyos,
Madrid-1990.
lunes, 15 de marzo de 2010
Alzo el vuelo
(A Leticia Torres, por confiar siempre en mí, por su amor infinito,
y por llevarme siempre a volar)
Según los Mayas estamos en la Onda Encantada del Águila Azul.
Desde allá, desde lo más alto,
siempre hay alguien que me protege.
Y le canto con el corazón en la mano,
y le acaricio con los párpados entornados.
Me abrazo a todas las risas,
alzo el vuelo hacia lo inmenso,
-la luz lo removió todo-
y beso los actos que me dan certezas.
Me emociona cruzar el océano,
para trabajar con mis palabras y mi música...
Será una explosión de sosiego,
de encuentros y de creatividad luminosa.
Gabriela Giorgeta
Onda Encantada del Águila Azul:
"Ahora que el viento ya lo ha removido todo, que nos hizo cambiar de lugar algunas cosas que estaban tan quietas, que nos hizo limpiar espacios que ya habían acumulado años de espera o de olvido... Ahora que ya todo se ha remecido y se ha revivido, es el momento de que cada uno y que cada una se convierta en un águila y levante un vuelo solitario, alto, tranquilo, majestuoso, y que desde la altura mayor que se pueda, mire cuanto tiene, mire cuanto le sucede, cuanto existe cerca y lejos, y pueda verlo desde una perspectiva diferente; desde una perspectiva con una proyección hacia atrás y hacia delante, hacia un lado y el otro, y así se comprenda mejor cuanto sucede y todo se valore en su medida exacta.
Es un buen tiempo para reconocer cuánto de lo que hacemos, de lo que llevamos, de lo que hemos convertido en nuestro escudo, en nuestra identidad o en nuestra actividad más preciada y que más nos roba el sueño, es realmente importante, y nos lleva de verdad al punto adonde nos quiere llevar nuestra alma"
y por llevarme siempre a volar)
Según los Mayas estamos en la Onda Encantada del Águila Azul.
Desde allá, desde lo más alto,
siempre hay alguien que me protege.
Y le canto con el corazón en la mano,
y le acaricio con los párpados entornados.
Me abrazo a todas las risas,
alzo el vuelo hacia lo inmenso,
-la luz lo removió todo-
y beso los actos que me dan certezas.
Me emociona cruzar el océano,
para trabajar con mis palabras y mi música...
Será una explosión de sosiego,
de encuentros y de creatividad luminosa.
Gabriela Giorgeta
Onda Encantada del Águila Azul:
"Ahora que el viento ya lo ha removido todo, que nos hizo cambiar de lugar algunas cosas que estaban tan quietas, que nos hizo limpiar espacios que ya habían acumulado años de espera o de olvido... Ahora que ya todo se ha remecido y se ha revivido, es el momento de que cada uno y que cada una se convierta en un águila y levante un vuelo solitario, alto, tranquilo, majestuoso, y que desde la altura mayor que se pueda, mire cuanto tiene, mire cuanto le sucede, cuanto existe cerca y lejos, y pueda verlo desde una perspectiva diferente; desde una perspectiva con una proyección hacia atrás y hacia delante, hacia un lado y el otro, y así se comprenda mejor cuanto sucede y todo se valore en su medida exacta.
Es un buen tiempo para reconocer cuánto de lo que hacemos, de lo que llevamos, de lo que hemos convertido en nuestro escudo, en nuestra identidad o en nuestra actividad más preciada y que más nos roba el sueño, es realmente importante, y nos lleva de verdad al punto adonde nos quiere llevar nuestra alma"
Me reconcilio con el dolor
Palabras que se amontan y que calman,
risas de horas que fueron y que flotan,
a pesar de los ruidos y susurros...
Y suave y cercana me reconcilio con el dolor:
camino para llegar, para saltar y volver...
plataforma para el vacío y para el saber...
Y cuando se va, somos dos para un tango,
lo bueno se convierte en infinito,
y se siente en los nudos de la piel.
Gabriela Giorgeta
risas de horas que fueron y que flotan,
a pesar de los ruidos y susurros...
Y suave y cercana me reconcilio con el dolor:
camino para llegar, para saltar y volver...
plataforma para el vacío y para el saber...
Y cuando se va, somos dos para un tango,
lo bueno se convierte en infinito,
y se siente en los nudos de la piel.
Gabriela Giorgeta
jueves, 11 de marzo de 2010
martes, 9 de marzo de 2010
Primavera con alas
Los días me envuelven en una luz templada,
y por fin voy sintiendo cómo los árboles son verdes,
y cómo mis dedos acarician los mapas.
Los días me envuelven en una luz con hallazgos,
exploro mis deseos profundos,
y preparo mi viaje del alma.
Y entre notas y en una luz no transitada,
ya escucho mis pasos dulces en Buenos Aires,
y las hojas de una futura primavera con alas.
Gabriela Giorgeta
y por fin voy sintiendo cómo los árboles son verdes,
y cómo mis dedos acarician los mapas.
Los días me envuelven en una luz con hallazgos,
exploro mis deseos profundos,
y preparo mi viaje del alma.
Y entre notas y en una luz no transitada,
ya escucho mis pasos dulces en Buenos Aires,
y las hojas de una futura primavera con alas.
Gabriela Giorgeta
Mi voz
(A mi amigo y profesor de canto Pedro Caxade)
Ayer tarde me encontré con mi voz,
nunca me había escuchado así:
fuerte y mimosa en Sol Mayor...
Mi voz es para los demás...
palpitando para encender la luz,
y abriendo el pecho hacia la mar...
Gabriela Giorgeta
Ayer tarde me encontré con mi voz,
nunca me había escuchado así:
fuerte y mimosa en Sol Mayor...
Mi voz es para los demás...
palpitando para encender la luz,
y abriendo el pecho hacia la mar...
Gabriela Giorgeta
lunes, 8 de marzo de 2010
Mujer que compones el mundo
Gracias a todas las mujeres por vuestra vida,
por darla, protagonizarla, compartirla.
Gracias por vuestro trabajo silencioso
y tantas veces silenciado.
Por ocuparos de tantas tareas,
por embellecer el presente y ser impulsoras
y testigos de tantos cambios y progresos para la humanidad.
Gracias por vuestro emprendimiento, por ser valientes
y atreveros a correr riesgos;
por ser creativas y creadoras.
Gracias mujer joven, mayor o niña por amar,
preguntar,pensar y dudar;
porque te buscas y te encuentras;
porque me remueves y haces progresar;
porque luchas, descansas, sientes.
Gracias a ti mujer de mil nombres,
de mil sonrisas, de mil caras y miradas.
Mujer en tantos lugares buscando tu espacio propio,
el nuestro, el vuestro. Mujer que canta, que grita,
que llora, que escribe palabras y notas,
mujer que compones el mundo.
Gabriela Giorgeta
domingo, 7 de marzo de 2010
Alma de enredadera
Tu emoción y la mía
vuelan y cantan por Buenos Aires.
Lo escucho desde lejos en los tangos
y lo siento en Madrid en el aire.
Ya hay otros hombres y mujeres
que sienten lo que fuimos al pasar...
y tienen alma de enredadera
y un corazón tan grande...
Nuestra escucha está en Rivadavia,
en aquel rincón, ¿la ves?
y nuestros besos con frío en Corrientes...
sí, sí... para que ellos rueden y rueden...
Nuestras búsquedas bailan en los teatros,
nuestros miedos en los conciertos,
nuestras preguntas en los parques,
y el amor no para de correr...
Gabriela Giorgeta
vuelan y cantan por Buenos Aires.
Lo escucho desde lejos en los tangos
y lo siento en Madrid en el aire.
Ya hay otros hombres y mujeres
que sienten lo que fuimos al pasar...
y tienen alma de enredadera
y un corazón tan grande...
Nuestra escucha está en Rivadavia,
en aquel rincón, ¿la ves?
y nuestros besos con frío en Corrientes...
sí, sí... para que ellos rueden y rueden...
Nuestras búsquedas bailan en los teatros,
nuestros miedos en los conciertos,
nuestras preguntas en los parques,
y el amor no para de correr...
Gabriela Giorgeta
viernes, 5 de marzo de 2010
Camino dormido
Tomé un camino dormido hace meses
con distancias que fueron insalvables.
Despierto hoy cansada
y me rindo a la incertidumbre.
Creía que el amor no se desgastaba
cuando hay intenciones libres,
cuando las semillas no son máscaras
y los cuerpos no pesan.
Gabriela Giorgeta
con distancias que fueron insalvables.
Despierto hoy cansada
y me rindo a la incertidumbre.
Creía que el amor no se desgastaba
cuando hay intenciones libres,
cuando las semillas no son máscaras
y los cuerpos no pesan.
Gabriela Giorgeta
miércoles, 3 de marzo de 2010
Te quise sin peros
Sentí con todo mi cuerpo y me convertí en ola.
No había miedo y todos los pájaros nos miraban...
Las grietas del suelo se transformaron en tierra firme
y nuestros pies reían como cuando éramos niños.
Borro con toda mi fuerza tus últimas palabras,
tus últimos gestos acompañados,
y poso en las voces del coro de mis recuerdos
el amor de nuestra piel y de nuestra música.
Fuimos luces en colinas brillantes
y construimos vías de tren en la ciudad con ternura.
Ya no hay cristales azules; pero seguiré escribiendo
en mayúsculas a quien me pregunte, que te quise sin peros.
Gabriela Giorgeta
No había miedo y todos los pájaros nos miraban...
Las grietas del suelo se transformaron en tierra firme
y nuestros pies reían como cuando éramos niños.
Borro con toda mi fuerza tus últimas palabras,
tus últimos gestos acompañados,
y poso en las voces del coro de mis recuerdos
el amor de nuestra piel y de nuestra música.
Fuimos luces en colinas brillantes
y construimos vías de tren en la ciudad con ternura.
Ya no hay cristales azules; pero seguiré escribiendo
en mayúsculas a quien me pregunte, que te quise sin peros.
Gabriela Giorgeta
La verdad
Duermo tranquila sobre la verdad,
-ese también es él, me lo dijo ella...-
y libre entiendo a todas las rosas...
No busco a nadie para aliviar mis dolores...
-lo nuevo no se lo merece...-
y yo sola vuelvo a tener ilusiones...
Reposo mi cara entre mis manos,
-sigo siendo canción y jardinera...-
y grito con amor que nunca quiero estar ausente.
Gabriela Giorgeta
-ese también es él, me lo dijo ella...-
y libre entiendo a todas las rosas...
No busco a nadie para aliviar mis dolores...
-lo nuevo no se lo merece...-
y yo sola vuelvo a tener ilusiones...
Reposo mi cara entre mis manos,
-sigo siendo canción y jardinera...-
y grito con amor que nunca quiero estar ausente.
Gabriela Giorgeta
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