Sentí con todo mi cuerpo y me convertí en ola.
No había miedo y todos los pájaros nos miraban...
Las grietas del suelo se transformaron en tierra firme
y nuestros pies reían como cuando éramos niños.
Borro con toda mi fuerza tus últimas palabras,
tus últimos gestos acompañados,
y poso en las voces del coro de mis recuerdos
el amor de nuestra piel y de nuestra música.
Fuimos luces en colinas brillantes
y construimos vías de tren en la ciudad con ternura.
Ya no hay cristales azules; pero seguiré escribiendo
en mayúsculas a quien me pregunte, que te quise sin peros.
Gabriela Giorgeta
Gabi, q poema tan precioso...
ResponderEliminarMe encanta q hagas un blog y compartas lo que escribes..
me viene a la mente al leerte una poetisa que se llama Gioconda Belli, no se si la has leido, pero creo q te gustará..
Mil besitos!!!
Marta, qué alegría que te guste! Gioconda Belli me tiene loca últimamente!! Es mágico que te acuerdes de ella leyéndome! Besos
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