Ayer por la tarde, mientras sentía esa luz mimosa que te dice que todo va a ir bien, leí el pequeño relato maravilloso de Eric-Emmanuel Schmitt, El señor Ibrahim y las flores del Corán, "donde la felicidad no es la ausencia de dolor, sino la integración del dolor", y donde la risa ilumina lo cotidiano, dándole un cierto carácter optimista a las cosas sencillas. Al terminar de leerlo sentí una gran confianza en la vida. Todo lo que sentimos y todo lo que nos sucede tiene sentido.
La risa es mágica,
te lleva a lugares verdes;
y si viajas con ella,
nunca te falta el aire.
La risa es mágica,
te lleva a aromas nuevos;
y si le das la mano,
siempre hay lluvia de besos.
Gabriela Giorgeta
Que gusto!! Este poema me ha venido hoy de perlas!!! Gracias!!!
ResponderEliminarQué alegría, Pedro!! Cómo nos reímos ayer en clase!! viva la risa!! Prometo que cuando vuelvas, esa nana la canto como una "diosa"... Besos, lindo!!!
ResponderEliminar"Giorgeta",
ResponderEliminarqué bonito bonito, redescubrir la risa... como una niñita jugando con ella.
Tus palabras me traen felicidad, y me hacen recordar que está bueno reir.
besos desde Bs. As.
Romi
Bernardini: me alegro tanto de que mis palabras te den alegría!! Linda, prepárate para reírnos mucho en Buenos Aires.Besos sonoros desde Madrid.
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