Hoy comí cuatro pétalos de rosas
y ya no sé si estoy entre flores o entre barro.
Me quito a gritos la piel que se me cuartea,
y cierro los ojos entre agua y fuego.
Me uno a ti en el silencio,
y en el pulso de mi corazón agitado.
Hoy el piano era tuyo...,
los acordes eran un reloj de arena.
Busco el sol entre las ventanas,
y te llega mi energía a cuenta gotas.
Hoy salió la luna llena...,
y ¿sabes...? le pedí que te cante...
Besos hidratados a distancia
y una música que acoge.
Hoy comí cuatro pétalos de rosas
y ya no sé si estoy entre flores o entre barro.
Gabriela Giorgeta. Octubre de 2009
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